Nueve semanas intensas

Hoy hace justo un mes que me gradué como profesor de Bikram Yoga en Los Angeles y la foto con el boss y el certificado es la prueba. Terminaba entonces una aventura que había comenzado nueve semanas antes, cuando empezó el Bikram Yoga Teacher Training Spring 2012. Confieso que pensaba escribir una novela o un diario de mi estancia, pero tras dos días en el Radisson Hotel tuve que admitir que era imposible. No había tiempo ni de pensar, así que menos de escribir, al menos tanto como yo quería. Por eso, el título que tenía pensado para ese diario o novela ha quedado para este post, ya veis que me gustan mucho los juegos de palabras.

Difícil resumir en unas líneas nueve semanas tan intensas, llenas de vivencias, sensaciones y experiencias. Como un gigantesco Gran Hermano, con más de cuatrocientos participantes de todo el mundo, cada uno con su propia historia, todos con la misma pasión y un único objetivo. Algunos momentos duros, días difíciles que ahora me cuesta recordar, porque queda lo bueno, lo positivo… Sin duda lo mejor es conocer a tanta gente de tantos países diferentes, siempre me gustó moverme en ambientes internacionales y por eso me encantó disfrutar de este impresionante crisol de culturas.

Por supuesto, queda el recuerdo de las clases de Bikram Yoga, en ese gigantesco salón de baile repleto de gente semidesnuda practicando al unísono, una sensación difícil de explicar con palabras. La energía que emana de los cuerpos, los movimientos y las palabras de ese «diálogo» que hemos oído y repetido hasta la saciedad. Lo primero en tantas y tantas clases, lo segundo en los famosos posture clinics. Esos exámenes que tanto temíamos al principio y que luego se revelaron como una magnífica herramienta para enseñarnos y convertimos en lo que hoy somos: profesores de Bikram Yoga.

No recuerdo el cansancio, las noches sin dormir ni los tiempos muertos, esa sensación de perder el tiempo de manera absurda la he olvidado. Sí recuerdo las películas de Bollywood que tanto me gustan, tanto como la deliciosa comida india del camión de Bollywood Bites. Las divertidas lecciones de anatomía de ese simpático doctor y las incomprensibles charlas de ese otro extraño doctor. Los chapuzones en la piscina, las largas charlas con los compañeros… Y, por supuesto, las palabras y los actos de nuestro gurú, ese inabarcable maestro e indescriptible showman que es Bikram Choudhury.

Demasiados recuerdos se acumulan en mi cabeza en estos momentos. Imposible ordenarlos y exponerlos con claridad, prefiero dejar que vayan saliendo más adelante, cuando tengan que hacerlo. Esto es sólo un primer esbozo, un intento de asimilar tantas emociones acumuladas en esas nueve semanas intensas. Quería hacerlo hoy, justo un mes después de ese momento culminante de la graduación, de esa emotiva ceremonia que puso el perfecto colofón al duro y a la vez mágico entrenamiento.