El Bikram Yoga cambió mi vida. Ahora dedico mi vida a compartir los beneficios del Bikram Yoga con el resto del mundo. Entra, relájate y… ¡disfruta!
Seguro que tu respuesta es «sí», porque todos contestaríamos lo mismo a esta pregunta. Y esto es precisamente lo que te puede aportar el Bikram Yoga, una especie de elixir de la eterna juventud. No es porque yo lo diga, ni siquiera porque lo diga el mismísimo Bikram Choudhury, sino porque lo demuestran montones de historias reales. Yo os contaré algunas de ellas en este blog, pero hoy voy a empezar por la mía, por mi propia experiencia.
Cuando cumplí los cuarenta años comenzaron mis achaques, consecuencia de haberme cuidado poco en mi juventud: un horrible cólico nefrítico y muchas molestias renales, tendinitis crónica en los hombros, dolores cervicales, insomnio ocasional… Yo practicaba algunos deportes en el gimnasio al que iba, cercano a mi trabajo que me ocupaba casi todo el día. Entonces comencé a practicar hatha yoga, en ese mismo gimnasio, un día a la semana. Me sirvió para relajarme y combatir el estrés al que estaba sometido. Con una hora semanal tenía suficiente para sentirme mejor y para seguir adelante en un trabajo cada vez más hostil.
El año pasado decidí que había llegado el momento de hacer algunos cambios en mi vida. Empecé el año dejando de fumar y poco después di el paso decisivo para dejar mi trabajo, que se había convertido en una carga para mí. Me salió bien la jugada, pues me fui con indemnización y desempleo, o sea con tiempo y dinero para planificar mi cambio de vida. Al dejar mi trabajo dejé también mi gimnasio y fue entonces cuando decidí empezar a practicar Bikram Yoga, pues algunos amigos míos ya lo hacían y me lo habían recomendado.
Recuerdo mis primeras clases: me parecía un horror, yo lo comparaba con el yoga que conocía y aquello no tenía nada que ver. El calor y la intensidad convertían el Bikram en una especie de tortura, pero después de cada clase me encontraba mejor y siempre volvía otra vez. Así empecé a engancharme, poco a poco, a encontrarme mejor y más sano. Dejé de sentir molestias y dolores, los beneficios eran patentes para mí en todos los aspectos, físicos y mentales. Tan claro lo veía que, tras sólo unos meses de práctica, decidí que quería compartir los beneficios de este yoga tan particular con el resto del mundo. Por eso me marché al Bikram Yoga Teacher Training, para hacerme profesor, pero eso ya es otra historia, la dejo para otro post.
Os animo a todos a comentar, sé que al principio cuesta, pero un blog sin comentarios no es lo mismo…
Ñec, Ñec, se te ve muy feliz, Carlos. Me alegro mucho. Besos fuertes.
Gracias Maite! Ser feliz siempre ha sido mi objetivo en la vida, estoy en camino…