El Bikram Yoga cambió mi vida. Ahora dedico mi vida a compartir los beneficios del Bikram Yoga con el resto del mundo. Entra, relájate y… ¡disfruta!
Volví a Madrid y me atrapó la vorágine, hoy vuelvo a mi blog con una nueva postura de Bikram Yoga. Parece increíble que, casi dos años después de empezar con este blog, aún me queden posturas por comentar, pero ya veis que este yoga da mucho de sí. Hoy voy a hablar de la última postura de la serie de la columna vertebral, la que acaba de trabajarla de arriba abajo, desde el cuello hasta el coxis, tras haber trabajado la columna por partes en las tres posturas anteriores. Se trata de una postura muy bonita cuando se ejecuta bien, por eso hay que prestar atención a todos los detalles. Sé que existen diferentes arcos en otros tipos de yoga, con algunas variantes, que quede claro que hablo del arco de Bikram.
Empieza la postura tumbado boca abajo, pon la barbilla en la toalla y dobla las rodillas. Agarra los pies por fuera, con los cinco dedos de las manos juntos (pulgar tocando el índice) a la altura del empeine. Es importante que agarres con las muñecas rectas, no es necesario doblarlas para no llevar todo el peso del cuerpo a las muñecas, que son frágiles y podrían lesionarse. Ahora mira hacia arriba, hacia el techo, y patea con fuerza con las dos piernas a la vez, arriba y atrás. Ya sabes que cuando hablo de patear me refiero a dar una patada continua con las piernas, desde la cadera y el muslo, no sólo con los pies. Al estar los pies sujetos, la patada va arriba y atrás, elevando los muslos del suelo desde las caderas.
No dejes de patear durante toda la postura, esa fuerza te va a mantener arriba. Sigue mirando hacia el techo, algún día llegarás a ver tus pies, aunque parezca imposible. Para lograrlo, debes rodar hacia delante, hasta que quedes apoyado en el suelo sobre el vientre (no sobre las caderas ni sobre las costillas). Así, un día quedarás con el vientre en el suelo y los pies arriba del todo, como una gota de agua. Es importante visualizar esta imagen en tu mente, no puedes verte en el espejo pero sí puedes fijarte en la imagen que ilustra este post. No dejes que se separen las rodillas ni los pies, es importante que se mantengan durante toda la postura a unos 15 centímetros como máximo, o sea la anchura de tus caderas.
La clave de la postura es mantener los brazos bien estirados, no se hace ninguna fuerza con ellos ni se doblan los codos para nada. Toda la fuerza está en las piernas, desde las caderas y los muslos, al patear tiran de los brazos y levantan el cuerpo. Debes mantenerte en la postura durante veinte segundos y luego bajar lentamente y con control, no bruscamente. Es importante salir así de todas las posturas para no lesionarse. Luego túmbate boca abajo mirando al lado derecho de la sala y descansa durante otros veinte segundos en Savasana. Repite después la postura y descansa mirando al lado izquierdo de la sala. A continuación te levantarás para hacer las siguientes posturas de la serie de Bikram Yoga.
Los beneficios de esta postura del arco son muy numerosos, según dice Bikram Choudhury en su libro. En primer lugar, abres la caja torácica permitiendo a los pulmones expandirse con plenitud. Esta flexión de la columna potencia la circulación, revitalizando los nervios de la columna y fortaleciéndola. Ayuda a mejorar los problemas de espalda, facilita la digestión evitando el estreñimiento, combate bronquitis y diabetes. Mejora las funciones del intestino, el hígado, los riñones y el bazo. Por último, estira y fortalece la pared abdominal. Parecen muchos beneficios para una sola postura, pero esa es la magia del Bikram Yoga. Así que no te lo pienses y practica esta postura, siempre después de las anteriores y antes de las siguientes…
Creo que esta postura exige tener muy sana la columna…tanto las vértebras, como los discos intervertebrales…sin desgastes…mmm…
Querida Gabriela, esta postura te ayuda a tener una columna vertebral más sana y a recuperarte de lesiones y desgastes… Salu2