El Bikram Yoga cambió mi vida. Ahora dedico mi vida a compartir los beneficios del Bikram Yoga con el resto del mundo. Entra, relájate y… ¡disfruta!
Ya llevo más de dos semanas dando clases de Bikram Yoga en Cali y me siento feliz. Los alumnos aprenden rápido y mejoran cada día, algunos parece que llevaran meses o años practicando. Sin duda esto se debe a que la mayoría de ellos son tenaces y se esfuerzan al máximo, escuchan y obedecen, tratando de hacer bien las posturas. Pero creo que en parte también yo tengo la culpa de que mis alumnos avancen tan rápidamente, supongo que soy buen profesor… A veces me he preguntado qué clase de profesor soy y hoy me he decidido a analizarlo aquí, tratando de buscar una respuesta a esta cuestión.
Alguien me dijo una vez que si veías a un profesor practicar Bikram Yoga, sabías cómo enseñaba. Yo contesté que no, que cada profesor enseñaba según su personalidad, que si te gustaba la forma de ser de alguien te gustarían sus clases. Luego me di cuenta de que en realidad es lo mismo, pues cada uno actúa según su personalidad, tanto a la hora de practicar como a la hora de enseñar, así que hay tantos profesores distintos como personas. Si me ves practicar Bikram Yoga verás que siempre lo doy todo y me esfuerzo al máximo, no soy capaz de dosificar ni de hacer las cosas a medias, por eso me gusta exigir al máximo a mis alumnos en clase.
No me gusta definirme a mí mismo, así que voy a basar mi análisis en las definiciones que han hecho de mí mis alumnos. Una alumna me llama «el catedrático del Bikram» porque me gusta explicar cada postura de manera detallada. En realidad, lo que hago es utilizar el diálogo de forma clara, para que todo el mundo pueda entender los detalles. Y es que la magia del diálogo de Bikram es que funciona perfectamente cuando se utiliza bien, es algo que he podido comprobar en Cali con tantos alumnos noveles. Además, a mí me gusta que me expliquen por qué las cosas son de una determinada manera, por eso me gusta también explicarlas.
He dicho que el diálogo es importante y así lo creo, pero no se trata de repetirlo como un loro. Es la base sobre la que hay que construir la clase y dominarlo te da seguridad, pero lo más importante es observar a los alumnos. Yo trato de fijarme en todos ellos y en cómo hacen las posturas, para corregirlos en todo momento. Porque creo que si no corriges a un alumno nunca va a aprender, creerá que está haciendo bien la postura y le seguirá haciendo mal siempre. Además, trato de aprenderme los nombres de todos mis alumnos para llamar a cada uno por su nombre, a veces es complicado pero creo que merece la pena.
Así llegamos a uno de los elementos del título de esta entrada. Cuando hablo de compasión, algo fundamental a la hora de ser profesor de Bikram Yoga, no me refiero a la piedad mal entendida, sino al significado primigenio de esta palabra. El origen de la palabra compasión es evidente: «padecer con», algo así como «empatía» en castellano y «sympathy» en inglés. Tener compasión es colocarte en el lugar del otro para padecer con él, para sentir lo mismo. A mí me gusta ponerme en el lugar de los alumnos y tratarles de la misma forma en la que me gustaría que me trataran a mí, como he querido dar a entender en los párrafos anteriores.
Una compañera mía, profesora como yo, después de asistir como alumna por primera vez a mi clase me llamó «mister energy» y la verdad es que me gustó. Porque si has practicado Bikram Yoga sabes que la energía es parte fundamental de la clase y yo siempre trato de que no decaiga. Intento imprimir el máximo de energía y ritmo a la clase para tratar de conseguir el máximo de todos mis alumnos. Y la verdad es que consigo llevarlos al límite y sacar lo mejor de cada uno, son muchos los que después de clase me dicen que conmigo han logrado hacer posturas que nunca habían conseguido hacer. Es algo que me llena de orgullo y me anima a seguir.
Me dicen mis alumnos que se nota que me gusta el Bikram Yoga, que lo vivo… Es que si no fuera así no me dedicaría a esto. Yo soy pasional por naturaleza, todo lo que hago lo hago con pasión, no conozco otra manera de hacer las cosas. Si algo me gusta, lo vivo y lo transmito, es lo que me pasa con el Bikram Yoga porque me apasiona. Será porque soy Aries o simplemente es mi forma de ser, pero trato de disfrutar de la vida y de lo que hago. Disfruto mucho dando clase, me alegra que se me note, es para mí un orgullo y un placer compartir cada día mi pasión por el Bikram Yoga, enseñar a mis alumnos con pasión y compasión…
No dejes de escribir Carlos !!!!!!
Gracias Natxo, no pienso dejarlo! Recuerda que tenemos pendiente una clase de Bikram, en cuanto vuelva a Madrid te la doy…
Genial !!!!!!
Hola Carlis no sabia que en Cali habia Bikran por favor me fas los datos
Sí! Estos son los datos:
Hatha Hot Yoga Center
Cra. 24 E Oeste No. 4 – 58
Tejares de San Fernando (Cali)
Teléfono +57 318 4246778.
Pregunta por Mónica Aramburo.
Besos, Carlos
Ya te conté una vez, tengo un hijo Aries…y también le apasiona su trabajo, y al hacer algo, pues le da con todo!!
¿Sabes tú qué he estado esperando?….Pues un vídeo….mmmm ¿cuando?
Gabriela, ya sabes que yo no soy de vídeos, así que… te tendrás que conformar con mis textos y mis fotos, como siempre! Besos