elbikramyogui

El Bikram Yoga cambió mi vida. Ahora dedico mi vida a compartir los beneficios del Bikram Yoga con el resto del mundo. Entra, relájate y… ¡disfruta!

Langosta (Salabhasana)

Langosta

Ahora que he vuelto a dar clases de Bikram Yoga, sigo explicando cada una de las 26 posturas. Hoy escribo sobre la segunda de la serie de la columna vertebral, esa serie en la que trabajamos la espina dorsal parte por parte. Si en la primera postura de esta serie (cobra) trabajamos la zona lumbar, en ésta (langosta) trabajamos sobre todo la zona cervical (espalda alta y cuello). Salabhasana es sin duda una de las posturas más difíciles de toda la serie de Bikram Yoga, tanto a la hora de practicar como de enseñar. Tiene tres partes y las dos primeras nos preparan para la tercera, que es la más dura, complicada y temida por los alumnos, sobre todo al principio. Y es que al principio cuesta hacer bien esta postura, pero con tiempo y esfuerzo se puede lograr, como todas.

Túmbate boca abajo, la barbilla apoyada en el suelo. Estira bien los brazos y mételos debajo de tu cuerpo, con las palmas de las manos hacia el suelo y los codos bloqueados, invisibles debajo del abdomen. Intenta juntar al máximo las manos, un día los meñiques se tocarán lado a lado. Es normal que al principio te cueste estirar bien los brazos y bloquear bien los codos, pero esta es la clave de la postura, aplasta bien los codos con tu abdomen para que queden bien debajo y no se salgan ni se doblen. Ahora junta bien las piernas y lleva el peso a los hombros, a la parte de arriba del cuerpo. Relaja la pierna izquierda y contrae fuertemente la derecha. Ya estás preparado para empezar la primera parte de las tres que componen esta postura.

Inhala y levanta lentamente la pierna derecha, mínimo 45 grados (la mitad de noventa). Eso es lo que dice el diálogo, pero no es necesario que la levantes tanto al principio. Lo importante no es levantarla mucho sino hacerlo bien: rodilla bloqueada, pie en punta. No gires la pierna hacia dentro ni hacia fuera, estírala bien hacia atrás, trata de tocar la pared que está detrás de ti. Y lo más importante de todo: caderas planas en el suelo, o sea, no levantes mucho la cadera derecha porque entonces la pierna se tuerce; trata de mantenerla junto a la izquierda, lo más cerca del suelo posible. Ahora mantén la postura durante diez segundos, luego baja lentamente la pierna derecha y relájala. Contrae la pierna izquierda, inhala, levántala y repite lo anterior con el otro lado.

Ya has hecho dos partes, ahora llega la tercera, la más difícil, tienes que prepararte bien. Pega la boca a la toalla, como si quisieras darle un beso, y no la levantes de ahí para proteger las cervicales. Reajusta los brazos debajo del abdomen: junta más los codos y separa más los dedos de las manos para agarrar mejor el suelo. Junta bien las piernas, inhala y levanta las dos piernas juntas todo lo que puedas. Levanta las piernas bien estiradas hacia atrás, sin doblar las rodillas, con los pies en punta. Es más importante levantar las piernas estiradas, sin doblarlas, que levantarlas mucho. Es posible que al principio no puedas levantarlas en absoluto, para conseguirlo tienes que llevar el peso a los hombros y la cabeza, para hacer palanca. Con el tiempo podrás levantarlas cada vez más.

Aguanta en la postura diez segundos y luego baja las piernas lentamente, saca los brazos a ambos lados del cuerpo y pon las palmas de las manos hacia arriba. Mira al lado derecho, con la oreja izquierda plana en la toalla, estás en Savasana boca abajo, descansa durante veinte segundos. Luego repite la postura completa con sus tres partes y vuelve a Savasana, pero esta vez mira al lado izquierdo. Es posible que te duelan los codos al principio, es normal, pero con el tiempo y con la práctica se pasa. Estás estirando y abriendo los codos como nunca habías hecho antes, se trata de un dolor “bueno” si has hecho bien la postura. Si has hecho mal la postura, doblando los codos y poniendo en ellos todo el peso de tu cuerpo, entonces puedes sufrir un dolor “malo” o incluso una lesión.

Lo más importante de la postura, como ya he dicho, es estirar bien los brazos debajo del cuerpo (con los codos bloqueados) y estirar bien las piernas hacia atrás (rodillas bloqueadas). Al principio levantarás poco las piernas, pero cada vez las levantarás más, si llevas el peso a los hombros y la parte superior del cuerpo. Te sorprenderá ver hasta dónde puedes llegar si te esfuerzas, no hay límite en esta postura. Los beneficios de la langosta son muy evidentes en la columna, pues fortalece la zona cervical y mejora la hernia de disco. Además, ayuda a curar la ciática y las lesiones de los codos, como el codo de tenista. Aunque al principio te resulte desagradable estirar tanto los brazos, piensa que vale la pena fortalecer los codos y esforzarse al máximo en esta postura.

2 comentarios el “Langosta (Salabhasana)

  1. Mª Angeles
    24 de febrero de 2014

    Profe, esta postura en muy buena pero duelen los brazos, los antebrazos, los codos etc etc…..Pero bueno a la larga cada día se hace un poquito mejor. Para mi todo un descubrimiento el Bikram Yoga. Espero que sigas pasándolo bien y llevando los beneficios de esta disciplina a los vallecaucanos. Un abrazo.

    • elbikramyogui
      25 de febrero de 2014

      Muchas gracias por tu comentario, querida amiga y alumna. Es cierto que esta postura es dura y que duele todo, como he dicho, pero con el tiempo y la práctica se pasa… Aquí sigo, intentando enseñar esta y las otras posturas a los caleños, ¡y lo hacen bien! Besos

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Esta entrada fue publicada en 17 de febrero de 2014 por en Las posturas y etiquetada con , , , , , , .

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