El Bikram Yoga cambió mi vida. Ahora dedico mi vida a compartir los beneficios del Bikram Yoga con el resto del mundo. Entra, relájate y… ¡disfruta!
Llevo tiempo sin escribir, pero es que últimamente no me centro. Son muchas cosas las que me distraen y me apartan de lo que es realmente importante. Por eso voy a volver a hacer lo que hacía antes, con mi blog anterior. Voy a usarlo como terapia, para tratar de ordenar mis pensamientos, dejar salir mis sentimientos y recuperar mi paz interior. No es que esa paz me haya abandonado ni que me sienta nervioso ni alterado, nada de eso. Sigo feliz y contento, completamente satisfecho de mi vida actual.
Hace sólo unos días comenzó el verano, mi estación favorita, por fin. Después de un largo invierno y una fría primavera, después de tantos días lluviosos y nublados, veo el cielo azul y despejado. Creo que soy como una planta, necesito el sol para sentirme vivo y despierto. El sol me activa tanto como el Bikram Yoga, tal vez por eso ahora me da más pereza meterme a sudar y practicar, me apetece más estar al aire libre. Aun así quiero seguir practicando con frecuencia, pues sé que necesito los beneficios del Bikram.
Celebré la llegada del verano de la mejor manera posible: practicando Bikram Yoga. En Bikram Yoga Orgaz, uno de los estudios donde doy clases, celebramos el solsticio de verano con una clase nocturna el 21 de junio. Fue una clase muy especial, a oscuras y con velas, en silencio y con música. La energía que creamos treinta personas practicando, respirando y sudando a la vez, en la penumbra, fue increíble. Después brindamos por la entrada de la nueva estación, comimos, bebimos, reímos y disfrutamos.
La llegada del verano ha coincidido con la «superluna», una gigantesca luna llena que anoche tuve la suerte de contemplar. Lo había leído antes en internet, había visto algunas fotos increíbles y espectaculares. Se trata de la luna más grande del año, simplemente porque es cuando más cerca está de la Tierra. Yo soy bastante lunático y siempre me afecta la luna llena, ahora entiendo por qué llevo unos días algo nervioso. Si una simple luna llena me altera… ¡os podéis imaginar cómo estoy ahora con esta lunaza!
Sólo unos pocos días antes, el 18 de junio, cumplí un año como profesor de Bikram Yoga. Sí, justo un año antes me gradué en Los Angeles como colofón del Teacher Training de nueve semanas intensas. Comencé entonces una nueva vida con una nueva profesión, empezó entonces el año más intenso y fantástico que he vivido hasta ahora. Porque ha sido un año cargado de sorpresas, viajes y satisfacciones personales, como espero que sean también los próximos años en esta maravillosa vida nueva que he comenzado.
Me siento eternamente agradecido a Bikram por haberme ayudado a cambiar de vida, porque ahora me siento más feliz y tranquilo. Porque yo antes no era así, como soy ahora, me alteraba con mayor facilidad. Recuerdo que conduciendo me ponía nervioso y gritaba a los otros conductores, ahora no lo hago, intento que no me afecte tanto el comportamiento de los demás. Es verdad que algunas noches me cuesta dormir, como antes, pero ya no me afecta tanto y al día siguiente me siento mejor, con más energía.
Si algo o alguien me pone nervioso, respiro profundamente y trato de no alterarme. Intento mantener mi paz interior por encima de todo, aunque a veces es difícil. Son muchas las personas negativas que tratan de amargarnos, las circunstancias de la vida que se convierten en obstáculos. Pero sé que tengo fuerza interior para superarlos todos y el yoga me ha enseñado a conservar la calma. Así que, cuando como ahora hay cosas que me preocupan, simplemente respiro y me repito la frase que titula este «post».
Si las temperaturas ya pasan los treinta grados, creo que es menos placentero eso de estar a cuarenta y dos…Me alegra que reanudes tus escritos, y si eso te sirve para ordenar tus ideas y calmar tu corazón, pues ¡en buena hora!
Me hubiese gustado ver la superluna en directo, pero las nubes no me lo permitieron…llovía….invierno…. Tuve que conformarme con las imágenes de internet, vi unas fotos muy buenas, espectaculares!…
Eso de respirar profundo…y lento…disminuye el ritmo cardíaco y por eso , calma el espíritu…especialmente cuando hay insomnio…Es cosa de practicar esta respiración unas cuantas veces, y zzzzzzzzz
Muchas gracias, como siempre, por leerme y comentarme, Gabriela… Besos