El Bikram Yoga cambió mi vida. Ahora dedico mi vida a compartir los beneficios del Bikram Yoga con el resto del mundo. Entra, relájate y… ¡disfruta!
Sin duda es algo que piensan muchos, sobre todo aquellos que nunca han probado el Bikram Yoga. No pueden entender que nos guste meternos en una sala acondicionada a cuarenta grados de temperatura y cuarenta por ciento de humedad, a sudar mientras hacemos posturas de yoga durante noventa minutos. Es lógico que no puedan entender cómo algo así te pueda enganchar, y menos que incluso pueda cambiar tu vida por completo. Pero es que precisamente ahí está la clave y lo compruebo cada día: veo a mi alrededor cómo el Bikram Yoga transforma a las personas totalmente, de un día para otro. Y lo mejor es que las transforma para mejorarlas, así que se trata de una locura estupenda.
Las personas son envidiosas por naturaleza y, cuando ven algo que no entienden o no comparten, prefieren criticarlo y tratan de hundirlo. Así se sienten aliviadas y se justifican, en lugar de intentar entenderlo o probarlo. Me hace gracia oír a gente que fuma sin parar, destrozándose la salud, decir que quienes practican Bikram Yoga a diario tienen vicio o están locos. Yo creo que un vicio es una mala costumbre, como el tabaco, pero el Bikram Yoga no es malo, así que no puede considerarse vicio. Y si es una locura, repito, se trata de una locura estupenda, porque te ayuda a sentirte mejor y a estar mejor. Los «locos» que practicamos Bikram Yoga lo sabemos y por eso lo hacemos, sólo tienes que probarlo…
Desde luego, esta locura es contagiosa y se contagia a un ritmo imparable, porque todos sabéis que la mejor publicidad es el «boca a boca». Cuando alguien está satisfecho con algo se lo dice a las personas que tiene a su alrededor. Cuando amas algo quieres compartirlo con aquellas personas que amas, y eso es lo que ocurre con el Bikram Yoga. Ayer una alumna veterana trajo a un alumno nuevo, el novio de su sobrina: se trataba de un chico deportista que había probado casi todo, ella le invitó a una clase porque sabía que el Bikram le gustaría. Y así fue, el chico salió encantado de mi clase y dispuesto a volver a muchas más, se enganchó en una sola sesión, descubrió que esto es lo que buscaba y eso que nunca lo había probado…
Otro caso llamativo es el de Borja, un alumno que practicó Bikram Yoga por primera vez en su vida el día 1 de abril y desde entonces no ha dejado de practicar ni un solo día. Mañana cumple su reto de 30 clases en 30 días y le felicito, pero lo mejor es que quiere seguir así para llegar a cumplir el reto de 60 clases en 60 días. Yo he notado su transformación a lo largo de este mes: lo veo más delgado, más guapo y más sano. Él, además de notar su mejoría física (ha perdido volumen y tiene la piel más suave) se siente mejor mentalmente: está más tranquilo y relajado. Y lo mejor es que casi ha dejado de fumar, casi sin planteárselo.
Cada vez veo a más alumnos que hacen «doblete», o sea, que vienen a dos clases en un mismo día. Sin duda os puede parecer una locura, lo podéis llamar vicio, pero ellos lo hacen porque quieren y porque esto les ayuda a sentirse mejor. Puede ser que estemos locos, pero somos más felices, así que os animo a todos a compartir esta locura con nosotros. No seas cabezota, no te cierres, no te quedes atrás… ¡Déjate atrapar por esta maravillosa locura del Bikram Yoga, no te arrepentirás!
Si ese chico deja de fumar, tendrás un punto a tu favor!!
Seguro que este chico deja de fumar, son muchos los que lo han hecho gracias al Bikram. Pero no me apunto ningún punto, el mérito no es mío sino de Bikram…